lunes, 16 de marzo de 2009

POEMAS DE MIS COMIENZOS

Estos primeros poemas, publicados en revistas de poesía son los auténticos culpables de que siga ahondando en este viejo intento de ofrecer una imagen sublimada y bella de la relación del individuo consigo mismo y con el mundo que es la poesía.
La publicación de estos poemas incipientes, junto a poemas de aquellos a los que yo veía, y aún veo, como inalcanzables, supuso un empujón en la certeza de que mi palabra podía ser leída.
Ahora, en este espacio los quiero rescatar, con mimo y con cariño, de las estanterías de mi biblioteca, para mostrarlos a aquellos que quieran visitar este Rincón en donde voy dejando un surco de palabras.

Revista HÉLICE ( Invierno- primavera 1995)
HIJOS DEL ARCO IRIS


Apretados
En el vagón de metro que nos lleva
a Clinancourt,
a la puerta de Babel,
la mirada perdida,
como hijos del Arco Iris,
enfundados en sus viejos recuerdos,
revestidos de sus nuevas palabras.

Apretados
hacia el Gran Bazar que los acoge,
a Clinancourt,
hacia la Puerta,
entre un bullir de acentos enfrentados
como hijos del Sol y de la Luna,
apretadamente solos,
arrastrando la fe de ser felices.

Revista PRETEXTO 1995

(sin título)


Cuando niño
miraba para adentro y me veía
igual que el héroe del cómic que compraba
como una religión todos los sábados.

2,50 de hazañas peligrosas,
en lucha desigual contra un tirano
de negro corazón,
de larga cimitarra.

Valeroso guerrero de la cruz en el pecho
¿dónde escondí tu capa y tu antifaz?
¿en qué lugar del pecho tu armadura?

Hice mío tu brazo tantas veces,
tantas veces montaba tu caballo
con un trote ligero por mi barrio,
que hoy
cuando te he visto
expuesto en una tienda antigua
de libros desusados,
erguido aún, ante mi asombro,
brillante aún, llenando las viñetas,
se asomó a mi cara la sonrisa
del que encuentra un amigo
trasnochado.

Revista RELOJ DE ARENA (Abril 1996)

VIAJERO DEL TIEMPO

Del poemario: BAJO UN SIGNO DE TIZA

El tiempo es un fogón con olor a centeno
y crepitar de astillas.
Una plaza con bancos soleados.
O esa calle
que late en el ascenso al minucioso
paraíso del quiosco.

Colores que se quedan para siempre
teñidos en el alma,
impregnando un destellos en la sorpresa
del momento fugaz que los despierta
y que reavivan;
un tacto, una textura,
o el frescor que provoca
la vuelta melodiosa de una frase olvidada,
de un sonido cercano.

He venido hasta él
invocando aquel trazo
de mi mundo de tiza.
Látigo de blancura que desgarra
con roja cicatriz a la nostalgia.

Viajero del tiempo
En viaje a un ayer que se remonta
al puerto de la mesa y del brasero
que resumía el mundo.
Días de pan y aceite azucarado,
de historias que rebullen en el centro
del alma de la lumbre
y que se acunan
en brazos del tazón
y de la lenta cadencia de su tiempo.

Revista RELOJ DE ARENA( Diciembre 1996)

EN LA ARCANA MEMORIA DE MIS HIJOS


Los días

como el círculo rojo de un rosario
que da vueltas y vueltas enroscado
a la rítmica mano del muhacín
pasan
y yo ruedo en sus cuentas
inventando una historia en cada ocaso
historia muda de pasar silencioso
huérfano
de los grandes monumentos
que quedan para siempre como lápidas
como marcas que dicen “aquí ahora y para siempre”
pilotes suspendidos dólmenes

no
la mía es quizá igual que tu historia
un puñado de actos cotidianos sobre tiempos concretos
trivial y singular introspectiva
que acabará por ser con mucha suerte
la fiel reposición de una película
en la arcana memoria de mis hijos

por: Juan CarlosGómez Rodríguez

2 comentarios:

  1. Me han gustado mucho estos poemas, Juan Carlos. Con el denominador común del tiempo, como si sobrevolase la memoria de estos versos. El segundo, sin título, me ha llegado al corazón.

    Un beso y mi admiración
    Laura

    ResponderEliminar
  2. Grascias Laura. Resulta que hacía mucho tiempo que no los leía y ayer los busqué. Al leerlos me di cuenta de que me seguían gustando. Para mí estan vigentes.A veces, cuando volvemos a poemas de hace tiempo se nos caen un poco de las manos, pero estos ...

    ResponderEliminar