lunes, 25 de abril de 2011

HACIA LA ISLA AZUL DE LOS GERANIOS ROJOS

El tejado era el mar y sus tejas las olas

susurraba el silencio
la solaz melodía del sol en la ropa tendida

era su espacio libre al igual que los sueños
otro tempo era el tiempo entre sus chimeneas
otras rutas surcadas por mares de piratas las que yo recorría
tras su puerta de zinc

las sábanas hinchadas por la fuerza del viento

¡a toda vela al sur! gritaba a sus mareas
donde todo es liviano
hacia la isla azul de lo nunca imposible
de lo nunca perdido

hacia la isla azul de los geranios rojos

domingo, 17 de abril de 2011

AL ANOCHECER

Al filo de la noche
el mar se desdibuja entre las sombras
que avanzan hacia aquí

mientras alguien camina
encorvado e incógnito
resuelta la zancada
entre luces y sombras
oculto en su gabán

y el agua se remansa
y un cálido silencio de farolas
jalona el murallón
y la ciudad enjoyada
con luces de neón
copula con la calma

lunes, 11 de abril de 2011

A CIENTO CUARENTA KILÓMETROS POR HORA

Golpea
a ciento cuarenta kilómetros por hora
golpea aquel estribillo

sabes
si quieres podemos cambiar el mundo ahora


después de tanto tiempo
suena en la radio
machaconamente y deberíamos
pedir perdón
por la ignominia
por la mediocridad
por la basura
de tanto negocio fraudulento
por manchar su mensaje
con el dios del estudio de mercado

y aún golpea como una letanía

sabes
si quieres podemos cambiar el mundo ahora


mea culpa terco y generacional
con el que deberíamos pedir perdón
por el engaño
por las afrentas
por las ideologías mancilladas
y sus falsas promesas de humanidad
y por las cifras
y los datos
kilómetros de datos fidedignos
seguramente contrastados

miércoles, 6 de abril de 2011

EL VERBO ERA JUGAR

El verbo era jugar
jugar la vida
como juegan los niños sin miedo a la derrota
desde el primer dolor que te inflingió la luz
al último suspiro que se escape del pecho
abrazando sus días sus horas sus segundos
como la hiedra abraza
el tronco centenario de los robles erguidos
como se filtra el sol por las grietas angostas
regalándole luz a la penumbra adversa

viernes, 1 de abril de 2011

PARA SOÑAR CON UNA CANCIÓN



No volverán las nubes
que vimos pasar juntos
no será el mismo el sol
que nos doró la piel

todo era muy distinto aquellos días
tiempo de eternidades
entre aladas caricias
de luz y de rocío

no estarán las estrellas
brillando tan intensas
como en aquellas noches
tan dulces del verano

cuando sólo el vestido
de la sal y la brisa
cubría nuestros cuerpos
dibujando un ahora

todo es hoy muy confuso
tiempo invernal de fuga
paréntesis del alma
descendido camino
de una sonrisa rota