EL VENDEDOR DE ALFOMBRAS
Recuerda en su mirada
las dunas de su tierra
el sol
que abrasa los rastrojos
las tardes a la vera
de una pared blanqueada
que acoge en sí a la sombra
sentado en su remanso
Recuerda en su mirada
las dunas de su tierra
el sol
que abrasa los rastrojos
las tardes a la vera
de una pared blanqueada
que acoge en sí a la sombra
sentado en su remanso
sorbiendo te a la menta mientras juega
con las cuentas gastadas del rosario
y los niños jugando
y las cabras buscando
una brizna de hierba
y el tiempo que se funde
con el sol que desciende
en las crestas rojizas
y la llamada al rezo
y el calor que resbala
sobre su piel de ancestros
el vendedor de alfombras
su mercancía a cuestas
por las calles umbrías
de este norte lejano
con las cuentas gastadas del rosario
y los niños jugando
y las cabras buscando
una brizna de hierba
y el tiempo que se funde
con el sol que desciende
en las crestas rojizas
y la llamada al rezo
y el calor que resbala
sobre su piel de ancestros
el vendedor de alfombras
su mercancía a cuestas
por las calles umbrías
de este norte lejano
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