lunes, 14 de octubre de 2013


PIEL DE SALITRE 

 

Hoy contaré una historia que  no ha de serte ajena

con la voz desgarrada del blues de las nostalgias

 

no recuerdo su nombre              sólo sé que tenía

esa  emoción sanguínea de lo desconocido

y en su piel el salitre del  mar Mediterráneo

 

sinuosa  la Luna se veía en sus ojos

cuando decía mi  nombre de un modo diferente

y eran leves sus manos como jazmín en brisa

al posarse rendidas en mi espalda desnuda

              

con los ojos cerrados se acunaba en mi boca

y sus labios ardían como ascuas de Junio

en noche de solsticio

                 andábamos estrellas donde rompen las olas

sinfonía del agua por nuestra  piel desnuda

abrazados cual nudos

                                     lazándonos sin tregua

aprendiendo deprisa el idioma del tacto

 

se fue como se marchan las nubes tras la lluvia

casi sin hacer ruido

quizá con la promesa de una  lágrima joven

empapando el silencio  que un adiós profundiza

 

se quedó en cada beso que me trajo la vida

en todos los abrazos que apuñalan el pecho

en todas las caricias que aprendí en su frontera

en la lluvia de estrellas tras los ojos cerrados

 

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